La fantasía de "Aprende a tu propio ritmo"
Análisis

La fantasía de "Aprende a tu propio ritmo"

Publicado por Sebastián Marambio5 minutos de lectura

"Flexibilidad" es una palabra mágica en educación online. Es lo que venden las plataformas, lo que buscan los estudiantes y lo que prometen las instituciones. "Aprende a tu propio ritmo", "Estudia cuando quieras", "Adapta tu educación a tu vida". Suena bien.

Pero, ¿y si la flexibilidad fuera en realidad el talón de Aquiles de la educación online?

En Circles, cuando comenzamos, creíamos en la flexibilidad total. Armar un grupo de estudio era opcional para los estudiantes. Y una vez formado el grupo, reunirse era opcional. Flexibilidad sobre flexibilidad. El resultado fue un nivel de compromiso y participación alarmantemente bajo, con tasas de asistencia y finalización muy por debajo de nuestras expectativas iniciales. Resulta que la flexibilidad puede ser contraproducente.

En el mundo de la educación online, hemos estado vendiendo una fantasía: la idea de que puedes aprender cualquier cosa, en cualquier momento, sin compromiso. Pero el aprendizaje real requiere compromiso y estructura.

Piensa en los programas educativos más prestigiosos del mundo. No son nada flexibles. Harvard, MIT, Stanford - todos tienen fechas de inicio fijas, horarios de clases obligatorios, plazos estrictos. Incluso sus programas online, como los cursos de MIT Professional Education o los cursos más caros de escuelas de extensión como las de la Universidad Católica y la Universidad de Chile, mantienen esta estructura.

Meme de Fry de Futurama mirando con escepticismo dos frases flotantes: "Aprende a tu propio ritmo" y "Estudia cuando quieras", sugiriendo su desconfianza ante estas promesas de flexibilidad educativa.
"Aprende a tu propio ritmo", "Estudia cuando quieras" suena bien. Pero, ¿funciona?

Lo hacen por dos razones. Primero, porque logísticamente es necesario para que el modelo de negocio sea viable. Los cursos deben agrupar a un número significativo de estudiantes en horarios específicos para maximizar la utilización del tiempo del profesor y justificar los costos asociados. Un modelo completamente flexible requeriría recursos docentes prácticamente ilimitados, lo que no es económicamente sostenible. Y segundo–más importante para nuestro análisis–es que los horarios funcionan. Cuando fijan un horario a los estudiantes, estas sí llegan a clases. Las personas necesitamos estructura. La estructura hace posible el compromiso.

En Circles, tuvimos que desaprender lo que creíamos saber sobre la flexibilidad en la educación remota. Nuestro primer paso fue hacer obligatorias las reuniones de grupo. En este punto no cambiamos nada en la app, sólo en una instrucción en la primera clase: "Deberán agendar reuniones recurrentes". El engagement mejoró, pero aún enfrentábamos dos problemas.

El primero es que alguien en el grupo tenía que tomar la iniciativa de proponer la reunión. Resulta que ser esa persona es difícil. Es como ser el primero en pararse a bailar en una fiesta. Todos están esperando que alguien más dé el primer paso.

El segundo problema surgió de la forma en que los grupos abordaban la programación de sus reuniones. Tendían a agendar cada sesión de manera individual, como si fuera un evento único, preguntándose: "¿A qué hora podemos reunirnos la próxima semana?". Si bien lograban reunirse, este enfoque creaba un ciclo interminable de coordinación. Cada semana, al finalizar su sesión, se enfrentaban nuevamente al desafío de encontrar un horario común para la siguiente reunión, perpetuando así el problema de coordinación.

La solución llegó cuando cambiamos el flujo de usuario en nuestra app. En lugar de esperar que alguien proponga una reunión, la app misma pregunta: "¿Qué día y a qué hora se van a reunir semanalmente?". De repente, nadie tiene que ser el "primero". Todos están simplemente respondiendo a una pregunta. Y ya no están buscando un horario que funcione para un día. Lo ponen en el calendario en un horario fijo, siempre el mismo día a la misma hora. No tienen que enfrentar nuevamente el problema de coordinación una y otra vez.

Como resultado, cerca del 100% de los grupos ahora agenda su reunión y la cantidad de estudiantes que termina nuestros cursos es muy alta. Recientemente en un curso de 2 meses con 1300 estudiantes tuvimos una tasa de término de 89%. (Los cursos de autoaprendizaje en plataformas como coursera tienen tasas de retención típicamente de 5% a 10%).

No somos la única plataforma donde es posible generar un horario. En coursera (o quizás era udemy) hay una herramienta que te ayuda a agendar el horario en el que vas a tomar el curso. Pero en Circles, la misma pregunta, funciona mucho mejor. La razón es el poder del compromiso social.

Esta es la verdadera flexibilidad: no la ausencia de estructura, sino la capacidad de crear tu propia estructura dentro de un marco definido.

Cuando agendas una reunión con otras personas, la probabilidad de que te presentes es mucho más alta que cuando agendas un compromiso contigo mismo. Es la diferencia entre decir "Me encontraré con mis compañeros de estudio a las 7 pm" y "Estudiaré por mi cuenta a las 7 pm". El primer compromiso es mucho más difícil de romper.

Piensa en cuántas veces has pospuesto ir al gimnasio, incluso cuando lo tenías programado en tu calendario. Ahora, piensa en cuántas veces has faltado a una reunión con amigos o colegas. El vínculo social es un poderoso motivador y un fuerte mecanismo de responsabilidad.

En Circles, aprovechamos este fenómeno. No solo estás comprometido con tu propio aprendizaje, sino con el de tus compañeros. Este vínculo social se convierte en el pegamento que mantiene a los estudiantes comprometidos y motivados, incluso cuando el contenido se pone difícil o la vida se interpone.

Pero aquí está la ironía: Circles ahora tiene horarios "obligatorios", pero con una flexibilidad sin precedentes. Cada círculo se reúne en el día y hora que define como grupo. Cuando trabajamos con docentes de nivel escolar, se reúnen en sus horas curriculares no lectivas. Algunos los lunes por la mañana, otros los miércoles por la tarde. Los profesores de educación superior, como los de INACAP, típicamente se reúnen los fines de semana.

Esta es la verdadera flexibilidad: no la ausencia de estructura, sino la capacidad de crear tu propia estructura dentro de un marco definido. La clave está en proporcionar las herramientas y el apoyo para que los estudiantes diseñen un plan de estudios que les resulte desafiante pero alcanzable, fomentando así la autodisciplina y la responsabilidad sin sacrificar la flexibilidad que hace atractiva la educación en línea.

En el mundo de la educación online, hemos estado vendiendo una fantasía: la idea de que puedes aprender cualquier cosa, en cualquier momento, sin compromiso. Pero el aprendizaje real requiere compromiso y estructura.

La próxima vez que veas un curso online que promete flexibilidad total, pregúntate: ¿Es eso realmente lo que necesito para aprender? ¿O necesito un entorno que me desafíe, me apoye y me mantenga responsable?