El arte de formar círculos: Cómo construimos comunidades de aprendizaje
En educación online, uno de los mayores desafíos es recrear esos momentos mágicos donde conoces a alguien que comparte tus intereses y horarios, que tiene el mismo nivel de compromiso que tú, y con quien puedes formar una conexión genuina de aprendizaje. En las aulas tradicionales, estos encuentros suceden de manera natural. En el mundo digital, son mucho más difíciles de lograr.
¿Cómo juntar a las personas correctas en el momento correcto? Este es un problema que nos obsesionó desde el principio en Circles. La solución que encontramos es sorprendentemente simple, pero increíblemente efectiva.
En lugar de intentar crear un algoritmo complejo que empareje a las personas (como hacen las apps de citas), decidimos dar el poder a los estudiantes. Creamos un "lobby" para cada curso donde las personas pueden conectar de forma orgánica, similar a cómo lo harían en un aula física.
En este espacio, tienes dos opciones: puedes ser anfitrión y crear tu propio círculo, o puedes unirte a uno existente. Es como organizar un grupo de estudio en la universidad: algunos toman la iniciativa de crear el grupo, otros se unen cuando encuentran uno que les acomoda.
Al final del día, lo que hace que este sistema funcione es algo profundamente humano: nuestra capacidad natural para formar conexiones significativas cuando se nos da el espacio y las herramientas adecuadas.
Cada persona en Circles tiene un perfil que va más allá de un simple nombre y foto. Compartimos nuestros intereses, una breve biografía, y lo más importante: nuestra disponibilidad horaria y ubicación. ¿Prefieres reuniones presenciales o en línea? ¿Eres más productivo por las mañanas o las tardes? Esta información es crucial para formar grupos que realmente funcionen.
Uno de nuestros descubrimientos más interesantes es que este sistema funciona mejor en cursos grandes. Es contraintuitivo: uno pensaría que con más personas sería más caótico. Pero resulta que mientras más grande es el grupo, más probabilidades hay de encontrar ese match perfecto.
Piénsalo así: necesitas que coincidan múltiples factores: horarios compatibles, niveles similares de conocimiento previo, preferencias sobre el formato de reunión (presencial u online), e incluso estilos de aprendizaje. Con más personas en el lobby, las probabilidades de encontrar tu "tribu" de aprendizaje aumentan significativamente.
Lo que hace único a nuestro sistema es su flexibilidad. A diferencia de otras plataformas que fuerzan a todos los grupos a reunirse en el mismo momento (como las breakout rooms de Zoom), en Circles cada grupo elige su propio horario. Algunos se reúnen los lunes por la mañana, otros los sábados por la tarde. Algunos prefieren encontrarse en un café, otros desde la comodidad de su casa.
Esta libertad de elección es fundamental. Cuando las personas tienen el poder de elegir cuándo y cómo reunirse, el compromiso surge naturalmente. No es una obligación impuesta desde arriba, sino un acuerdo mutuo entre personas que comparten objetivos similares.
Al final del día, lo que hace que este sistema funcione es algo profundamente humano: nuestra capacidad natural para formar conexiones significativas cuando se nos da el espacio y las herramientas adecuadas.
Los círculos están limitados a cinco personas por una razón: es el tamaño perfecto para que todos tengan voz, para que se genere confianza, y para que la coordinación no se vuelva un dolor de cabeza. Es lo suficientemente pequeño para ser íntimo, pero lo suficientemente grande para generar discusiones enriquecedoras.
Lo más fascinante es ver cómo estos grupos evolucionan. Lo que comienza como una simple coincidencia de horarios a menudo se convierte en una comunidad de aprendizaje duradera. Hemos visto círculos que continúan reuniéndose incluso después de que el curso termina, y otros que se han convertido en redes profesionales valiosas.
En Circles, no solo estamos resolviendo un problema logístico de cómo juntar personas para estudiar. Estamos creando el ambiente propicio para que surjan conexiones auténticas en torno al aprendizaje. Y eso, creemos, es la verdadera magia de la educación.